Con la llegada de la nieve, nuestras carreteras se llenan de sal y esta puede ser corrosiva para nuestros vehículos. Además, las bajas temperaturas, sobre todo para los vehículos que «duermen» en la calle durante la noche, pueden ser un inconveniente.
Piensa que durante el invierno los trabajos de mantenimiento de nuestro vehículo son más importantes que en cualquier otra estación del año.
Para que todo ello no llegue a ser un dolor de cabeza y un gasto en el bolsillo, tendremos que seguir estas reglas, antes de ponernos en marcha:
- Comprobar siempre el nivel de los líquidos, sobre todo utilizar siempre anticongelante (cámbialo cada 40.000 km)
- En cuanto al aceite, pon siempre uno con una viscosidad baja para dar más resistencia al motor.
- Dejar el motor del vehículo encendido unos minutos antes de empezar a conducir.
- Tener en cuenta el combustible: sería peligroso que se congelara, por lo tanto, añade aditivo.
- Revisar el estado de las escobillas del limpiaparabrisas.
- Verificar que las pastillas de freno no se hayan congelado.
- Comprobar las luces del vehículo para descartar que no haya ninguna fundida.
- Comprobar el estado de las ruedas.
- Y lo más importante es limpiar, ruedas, llantas, bajos del coche y
- la carrocería.
Evitaremos la corrosión que puede provocar la sal de las carreteras.
A parte, os recordamos algunos tips para conducir seguros en la nieve:
Antes que nada, asegurarnos que nuestro vehículo esté óptimas condiciones, es aconsejable hacerle una revisión antes de hacer cualquier desplazamiento. En este sentido, también disponer de las ruedas de invierno o las cadenas que sean adecuadas a la rueda de nuestro vehículo.
Antes de salir a la carretera, asegurarnos de llevar refrigerios, como algo para picar y agua, así en caso de bloqueo en la carretera podremos disponer de algún refrigerio, mientras esperamos la asistencia.
Una vez estés en la carretera, conduce despacio y evita frenar bruscamente, en caso de querer reducir la velocidad hazlo con el freno del motor.
Mantén la distancia de seguridad con el coche que tengas delante. En caso de perder el control del vehículo, no frenes, gira el volante en el mismo sentido que la parte posterior del vehículo y en caso de quedar encallado en la nieve, balancea el vehículo adelante y atrás repetidamente poniendo segunda y la marcha atrás.
Al margen de estos tips, siempre antes de salir, consulta el tiempo y el estado de las carreteras.