Confinamiento y niños con TDAH

Durante el estado de confinamiento, los problemas de comportamiento se pueden agravar en todos los niños en general, y con mayor intensidad, en los niños y niñas diagnosticados de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Nuestra rutina diaria se ha visto alterada, lo cual representa un punto clave en todos los niños y niñas con TDAH. Los horarios han cambiado; los niños están en casa todo el día y tanto el contacto social como la actividad física han disminuido mucho. Ante esta situación, es fácil que aparezca una tendencia a aumentar el uso de móviles, tabletas, televisión y otras tecnologías de entretenimiento.

La mejor estrategia para una familia con un niño o niña con TDAH es anticiparse y diseñar un plan de actuación semanal, que sea revisable y modificable. Proponer que sea revisable (por ejemplo, cada domingo por la tarde), posibilita que podamos hablar con los niños sobre la agenda de la semana anterior y proponer objetivos de mejora o cambios. Esta técnica nos permite realizar cambios en las fuentes de motivación y de refuerzo positivo que establecemos con los niños, a fin de que cumplan todo el que hayamos pactado.

¿Cómo y qué puntos tendrían que tener el plan de actuación?

  • Crear una rutina. Los niños tienen que estar ocupados durante el día y, si puede ser, que se parezca a la rutina de las semanas escolares.
  • Recomendamos que la planificación esté por escrito. Tiene que ser visual y con diferentes colores para delimitar las semanas.
  • Es importante que los niños participen en la planificación y asegurarse que estén de acuerdo con ella, que sea realista para todos y que ellos lo entiendan.

Además, se recomienda seguir las siguientes orientaciones específicas:

  • Establecer un horario de los hábitos diarios. Tiene que incluir el horario del hábito del sueño (dormir y despertarse), hora de comida y que comeremos y cenaremos (como los calendarios de las comidas que tienen las escuelas y que tenemos en casa en la nevera). Es importante que se vistan (no tienen que ir con pijama por casa) y mantener la rutina de la higiene diaria, y la de las manos todavía más.
  • Seguir un plan de las actividades diarias, entre ellas las educativas de deberes de la escuela y de teletrabajo de los padres. Así como aquellas en las cuales puedan colaborar con los padres, como participar en la elaboración de las comidas, limpieza, posar y quitar la mesa… Los objetivos y los horarios tienen que ser claros. Como aspectos concretos se recomienda:
    • Hacer los deberes siempre por la mañana, después del desayuno. Hay escuelas que envían los trabajos en una semana visita. En este caso, recomendamos anticipar (siempre en la medida de lo posible) las tareas de cada día (una de lengua, una de matemáticas…).
    • En el caso en que no dé tiempo de practicar un rato de lectura, lo podemos dejar para el último momento del día, antes de acostarse (del mismo modo que se aconseja hacer durante las semanas de escuela).
    • El momento de juego, ocio, manualidades, deporte, música… es recomendable dejarlo para las tardes. Se aconseja posar también en qué casos se harán con los padres y qué no.
    • Es recomendable establecer el horario y el tiempo límite del uso de aparatos electrónicos. Hay que ser realistas y durante las semanas que dure el confinamiento seguramente lo utilizarán mucho más del habitual. No tiene que preocuparnos, el uso también puede ser beneficioso si se utilizan con fines educativos y no tardaremos a volver a la normalidad, no tenemos que preocuparnos en exceso.
    • Se recomienda que, en la medida de lo posible, mantengan conversaciones por teléfono o mediante video llamadas con sus amigos.
    • Si es posible, tienen que continuar realizando las actividades extraescolares de las cuales se tenga acceso en clases virtuales (clases de baile, idiomas, dibujo…).
    • Como aspectos prácticos, recomendamos que se utilice la herramienta del reloj (de agujas para los más pequeños) y que los horarios y obligaciones estén por escrito y en un lugar visible de la casa.

Con todo, no podemos olvidar el más importante…

No podemos perder de vista que esta situación no es fácil para nadie y menos encara para un niño o niña con TDAH, con dificultades de autorregulación, para motivarse y activarse.

Es importante tener presente que los niños y niñas con TDAH se frustran, explosionan y se alteran con más facilidad. Especialmente en las situaciones ambiguas, repetitivas, monótonas y poco estimulantes como puede suceder en la situación actual de confinamiento. Necesitan que se los acompañe y se los de soluciones. Por lo tanto, recomendamos a los padres:

  • Bajar el nivel de exigencia que se los transmite.
  • Acompañar a sus hijos e hijas, los entiendan y los ayuden.
  • Hacer uso de la motivación y el refuerzo positivo como herramienta principal. Se pueden utilizar pequeños premios y puntos que pueden cambiar por alguna golosina, algunos minutos más de tableta, que se guarden los puntos y cuando acabe el confinamiento se podrán comprar alguna cosita (siempre proporcional y una cosa pequeña según los pactos…).
  • Evitar al máximo la confrontación directa, la amenaza y el castigo.
  • Explicar qué se espera de ellos, pero también qué pueden esperar ellos de nosotros.
  • Mantener conversaciones de emociones y sentimientos y no solo de órdenes, horarios y deberes.

Esta situación, aunque no tenemos certeza de cuando cambiará, sabemos que todo volverá a la normalidad. Con esto queremos decir que, estas semanas, el objetivo tiene que ser dar tranquilidad, seguridad y acompañar a los niños y niñas y no solo dar órdenes y obligaciones.

Los adultos también están angustiados por el trabajo que tienen que hacer y el que no pueden hacer. Aprovechamos esta situación como una oportunidad para aprender a compartir y establecer nuevas rutinas y maneras de relacionarnos con nuestros hijos, con especial uso de la motivación y afecto.

Fuente articulo: https://faros.hsjdbcn.org/ca

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