Generalmente, cuando empezamos a preparar un viaje, y más si se trata de uno de larga estancia, elaboramos una lista de todo lo que nos hará falta. Según el destino, la compañía y la época del año, hay cosas imperativas que ni siquiera se cuestionan, pero la tarea olvidada acostumbra a ser la de añadir en esta lista el hecho de contratar un seguro de viaje.
Se suele pensar que no hará falta, porque creemos que ya estamos cubiertos con los seguros que tenemos y que en el fondo invertiremos un dinero innecesario porque no nos pasará nada y no utilizaremos el seguro, pero no es nada recomendable y si es poner en riesgo uno de los momentos más importantes. Seguro que todos hemos oído alguna anécdota de algún familiar, amigo o conocido que le ha pasado alguna cosa viajando, y suerte de la asistencia médica contratada, que les ha quedado cubierta gracias al seguro.
Una de las ventajas que tiene este producto, un seguro para viajar, es sobre todo los gastos hospitalarios y los gastos de repatriación. Para destinos como pueden ser los Estados Unidos, que no tienen sanidad pública, sufrir una enfermedad y/o accidente puede llegar a costar unos 95.000 € aproximadamente. Por este hecho, este seguro con una ampliación de las garantías, será lo más inteligente.
Hay diferentes tipos de seguros de viaje: el básico, el ampliado, el de anulación y el de deportes de aventura.
Básico & Ampliado: La diferencia entre estas dos modalidades son únicamente el importe que garantiza cada una de las coberturas de gastos médicos, quirúrgicos, farmacéuticos y de hospitalización por enfermedad o accidente. El resto de coberturas suelen ser idénticas, como por ejemplo los gastos odontológicos, el desplazamiento de un familiar por hospitalización, la pérdida o daños al equipaje…etc.
Anulación e interrupción del viaje: Tienes garantizado el reembolso de los gastos del viaje siempre que esté justificada la anulación. Como por ejemplo, por despedida laboral, convocatoria en mesa electoral, operación u hospitalización…etc.
Deportes de aventura: Cada vez más en este tipo de seguros están incluidas más actividades deportivas de aventura. Si vamos a algún país en el cual practicaremos esquí, escalada, rafting… Etc. es recomendable contratarlo.
También existen los viajes por trabajo, por estudios y cruceros. Estas modalidades también ofrecen coberturas adecuadas a la actividad.
A parte, siempre se pueden personalizar según las necesidades personales de cada uno, como contratar coberturas como robo, si por ejemplo en la maleta llevamos algún objeto de valor, esta cobertura tendrá que ser imperativa. También la cobertura de Responsabilidad Civil será indispensable para estar cubierto en caso de daños materiales o corporales a un tercero. Incluso la cobertura de mascotas, en el caso de viajar con ella, nos solucionará muchas situaciones complicadas, como una asistencia y/u hospitalización veterinaria.
Nuestra recomendación es la de calcular el precio del seguro de viaje y hacer balance de los supuestos posibles siniestros y si nos compensaría la contratación de esta. Concretar que suelen ser seguros económicos y que valen mucho la pena, sobre todo porque son válidos solo por las fechas del viaje, es temporal.
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